¿Cuáles son sus principales áreas de trabajo con el nuevo gobierno mexicano?

Estamos trabajando en tres áreas fundamentales para 2019: la primera de ellas es garantizar el abasto suficiente de materias primas y energéticos en México. En el último año ha habido una reducción importante de oferta, tanto de gas natural como de las principales materias primas petroquímicas. El objetivo es empezar a trabajar con la nueva administración para construir un marco que le permita a la industria retomar el camino del crecimiento.

El segundo tema es la materialización del nuevo tratado de libre comercio de Norteamérica, que estuvo negociándose por dos años. Una parte fundamental de nuestro trabajo es la instrumentalización de ese acuerdo, y cuál será la estrategia de diversificación hacia nuevos mercados, fundamentalmente América Latina, y de manera particular hacia Brasil.

El tercer tema es la instrumentación del mercado de bonos de carbono en México, que obedece a los compromisos adquiridos por el país para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Hoy, los compromisos del gobierno federal son de reducir un 30% los gases de efecto invernadero al 2030 y del 50% al 2050. En este sentido, cada uno de los sectores industriales tendrá que contribuir de manera importante para que México pueda llegar a esas metas.

¿Han visto una buena predisposición de las autoridades en estos temas?

Por parte del nuevo gobierno, vemos continuidad en los temas de comercio y en los compromisos del mercado de bonos de carbono. Sí que nos gustaría explorar un poco más los temas de energía. Vemos con optimismo el reposicionamiento de Pemex, pero tendremos que ir viendo cuál va a ser la participación del sector privado en el sector energético. Desde nuestro punto de vista, es fundamental que el desarrollo energético se haga en complemento entre Pemex y las empresas privadas.

¿Cómo enfoca la industria química mexicana el tema de la sustentabilidad y de las regulaciones más estrictas con respecto al uso de plásticos?

A día de hoy, en México ya existen 26 iniciativas que tienden a prohibir la comercialización de bolsas de plástico, de popotes o de envases desechables. Esto se ha dado en 26 de los 32 estados del país. Por ello, hay una gran presión en términos de prohibición de productos plásticos. Nosotros hemos venido trabajando desde hace muchos años en el tema de sustentabilidad, y hemos incorporado varios de los objetivos de desarrollo sustentable en nuestros programas de iniciativas voluntarias. Hemos trabajado también para generar las condiciones de infraestructura para que pueda darse el acopio y el reciclaje de plásticos.

Además, desde octubre de 2018, toda la industria de resinas de México asumió un compromiso para lograr tres objetivos centrales: el primero es llegar a la meta de cero pellets a lo largo de toda la cadena productiva al 2020; segundo, al 2030 el 100% de los envases y embalajes de las industrias de resinas deberán ser reciclados o reciclables; y al 2040 tendremos que trabajar con los transformadores y las empresas de retail para que el 100% de los envases plásticos que se produzcan en México sean reciclados o reciclables.

Como participante en las reuniones de APLA, ¿qué mensaje le gustaría lanzar a la comunidad química latinoamericana desde ANIQ?

Queremos reiterar el compromiso de la industria química de México en favor del crecimiento de la industria y la sustentabilidad. Los temas que hemos venido desarrollando no solo contribuyen a la sustentabilidad propiamente dicha, sino que también las innovaciones de la industria permiten que otros sectores industriales mejoren en términos de sustentabilidad, generando beneficios para toda la sociedad.