39ª Reunión Anual APLA, Buenos Aires, Noviembre 2019
Sesión Plenaria: “Escenario económico y energético regional”
“Ya están en marcha los procesos de venta de refinerías, de venta de activos de crudo maduros y de apertura del mercado de gas. Por otro lado, la ampliación de la producción en el presal está contratada. Estamos viviendo la transformación de un monopolio en una industria diversificada, multifacética, con muchas compañías invirtiendo y produciendo. Eso va a generar nuevas oportunidades para la industria química y petroquímica”
Décio Oddone, Director General,
Agencia Nacional de Petróleo (Brasil)
Tras la primera charla de la sesión plenaria, donde Martín Redrado pintó un panorama macroeconómico regional y resumió las condiciones necesarias que deben darse en Argentina para el desarrollo de Vaca Muerta, el segundo orador fue Décio Oddone, director general de la Agencia Nacional de Petróleo de Brasil (ANP), quien desgranó los rápidos cambios que está viviendo la industria energética brasileña; cambios que describió como “la mayor transformación de su historia”.
Lo que se está viendo en Brasil es la transformación en una verdadera industria de lo que había sido un monopolio durante décadas, explicó Oddone, quien recordó que Petrobras empezó a operar en 1954, cuando la sociedad brasileña era mayoritariamente rural. Durante más de seis décadas, Petrobras fue “el sinónimo de la industria de petróleo y gas natural en Brasil”. Formalmente, recordó Oddone, el monopolio de Petrobras acabó en 1997, y ahí se dieron algunos avances, sin embargo el descubrimiento del presal llevó a la creación de un nuevo contrato de petróleo y al retorno de Petrobras como entidad responsable del sector petrolero del país.
“El resultado de todo esto fue un desastre, ya que Petrobras empezó a endeudarse para construir refinerías, explorar el presal y hacer inversiones en el mercado de gas natural. Al final, en 2014, con la crisis de endeudamiento, la brusca caída del precio del petróleo y el problema de corrupción del caso Lava Jato, Petrobras se fue al tacho, y el sector brasileño de petróleo y gas entró en su crisis más profunda”, recordó Oddone. “La actividad se redujo de manera dramática”.
Según Oddone, que está al frente de la ANP desde enero de 2017, en los últimos tres años se ha logrado una institucionalización “inédita”. “Desde siempre, Petrobras se había comportado como un brazo del Estado, pero a partir de ese momento, Petrobras comenzó a actuar como una empresa cotizada, en la que el Estado no intervenía”, aseguró, señalando que Petrobras puede ahora definir sus precios, elegir su portafolio y decidir dónde invertir, por primera vez en décadas.
Apertura con vistas a un boom productivo
Como muestra de la rapidez de esta transformación de la industria energética, Oddone se refirió a la subasta del presal en noviembre de 2019. “Hace poco, Petrobras operaba más del 90% de la operación de petróleo y gas en Brasil. Ahora, tenemos decenas de empresas operando en el presal. Todas los grandes operadores están ahí, y esta diversidad nos va a garantizar la competitividad que nunca habíamos tenido en el mercado brasileño”.
Según Oddone, el país va a ser testigo de un “incremento brutal” en la producción de petróleo y gas, desde los 4 millones de barriles diarios de petróleo equivalente en la actualidad (incluyendo 3 millones de barriles diarios de crudo) hasta casi 10 millones de barriles diarios de petróleo equivalente en 2029 (de los cuales habría 7 millones de barriles diarios de crudo).
También mencionó que la apertura de los mercados del gas y del downstream debería tener un impacto muy importante en el desarrollo de la industria petroquímica del país. “Hoy día, la producción de gas es mayormente reinyectada en los pozos marítimos del presal, porque hace falta mercado y también infraestructura para poder llevar estos volúmenes de gas hacia los mercados.” Oddone señaló que, al igual que en el caso del crudo, la producción de gas natural también debe de duplicarse en la próxima década.
El resultado de este proceso será una mayor disponibilidad de materia prima; no tanto de nafta, que requeriría nuevas inversiones costosas en refinación, sino más bien una mayor disponibilidad de gas que facilitará nuevos desarrollos en el sector petroquímico. “La oferta adicional de etano, de gas natural y de propano va a permitir expansiones en las instalaciones existentes y, quizás, en la zona de Rio y São Paulo, se pueda construir algún cracker nuevo que se sume a la capacidad existente”.
La visión liberal del gobierno brasileño
De acuerdo a Oddone, quien comenzó su mandato al frente de la ANP bajo la presidencia de Michel Temer, el gobierno de Jair Bolsonaro tiene una visión liberal y esto significa tratar a todos los sectores por igual, lo que implica cambios en la relación de Petrobras con los órganos reguladores. Así, Oddone refirió el proceso iniciado por la ANP para investigar la posición dominante de Petrobras en los mercados de gas natural y refinación.
Según Oddone, si YPF tiene el 60% del mercado argentino de refinación, en Brasil Petrobras controlaba el 98%. El Estado, desde el Consejo Nacional de Política Energética, dio recomendaciones sobre cómo llevar a cabo la venta de varias refinerías de Petrobras y, en base a estos lineamientos, se llegó a un acuerdo con Petrobras y el CADE, órgano brasileño de defensa de la competencia, para la venta de ocho refinerías que suponen un 50% de la capacidad instalada de refino de la compañía.
Esta transformación va mucho más allá de la llegada de nuevos jugadores al mercado de refinación. Oddone explicó que también se dio un plazo a Petrobras para vender hasta 250 campos petroleros maduros, tanto terrestres como marinos, si es que no iba a invertir en ellos. “El resultado es que Petrobras está vendiendo 200 campos maduros a empresas más pequeñas. Esto va a generar una oferta adicional de petróleo y gas en estas regiones”.
Igualmente, se ha llegado a un acuerdo con Petrobras para la venta de gasoductos, y el país ha implementado iniciativas referentes a la apertura del mercado del gas, y otras que buscan lograr una mayor competitividad en la distribución de combustibles. “Por primera vez en décadas, los precios de los derivados del petróleo (gasolina, gasoil y otros) son publicados de manera transparente. También publicamos los contratos de Petrobras con las distribuidoras de gas, y los contratos de Petrobras con sus proveedores de gas”. Esto, concluye Oddone, busca incentivar la competencia, y ayudará en gran medida las futuras negociaciones que pueda tener la industria química y petroquímica con los diferentes proveedores de materia prima.